21 de mayo
Hoy he salido de casa fresco, duchado, 50%lino-50%algodón, pensando en las futuras columnas y filas del excel fluido que crece y se vierte por todos lados. Pero el sitio demasiado cerca del cristal al noreste de la empresa municipal, el café y los nervios y a la media hora me he puesto a sudar, con mis síntomas no sé si menopáusicos o premenopáusicos. Además llevo unos días congestionado, con las mejillas rojas y suelto mocos. Me recojo el pelo para disimular un poco pero una gota cae por la nariz y otra resbala a pesar de los pelos de la barriga. Lo bueno de los edificios de la Administración es que hay muchas secretarias, monas, guapas, feas, preciosas, habladoras, gafotas, pelos recogidos, calladas, coquetas, hermosa melena rizada rubia o progres.
Una morena a la que podemos llama María con su rotundo y algo desproporcionado, encantador culo y anillo de casada. Llevo días oyéndola detrás de un pilar, arrastrando, exhibiendo su gracia por teléfono. Pero si la vierais, queridos, le cabe el sol y la primavera en el rostro. Se me quedó algo fijado de una entrevista a Ray Davies, decía más o menos: “escribo para divorciadas y camareras, algunas son muy excitantes, ¡uh!, coquetean pero saben muy bien cuándo cortar”. Pues eso pero con las secres. Lo que pasa es que yo coqueteo hacia adentro y conmigo no hace falta cortar nada. Pero si la vierais, queridos, querido Ray Davies, diciéndole a un sesentón amable y corte de pelo al cepillo (que desayuna bien en casa y no pasa hambre durante la mañana) que sí, que vale, que el donut de chocolate que se come está lleno de azúcar y calorías, pero que como se mueve mucho durante la mañana lo quema y por eso se lo come y cambia y corta con una risita llena de talento.
Deshidratado y roto me tomo un café a la cinco, ya en la oficina, con MªI. Nos encontramos a alguien en la barra y ella fuma sin decir nada. Al cruzar la calle me dice un poco seria “¿te sientes bien?”, porque me ha visto el pulso inestable al buscar monedas en la cartera. MªI, que estas semanas intenta sostenerme o me sostiene, pero yo creo que si me sostengo, cuando me sostengo, me sostengo solo. Pero supongo que algo sostiene, y si rezara como creo reza ella, al modo del otro lado del Atlántico, le echaría muchas oraciones encima. No sé, MªI, serán demasiados cafés, seré yo, serán los corticoides por el asma, yo qué sé.
Ayer empecé a leer las memorias de Reinaldo Arenas, sucedía que estaba en lo alto de un montón de los libros que compro, no leo y apilo desde otoño o verano pasado. Leí 30 páginas encantadoras. Se lo diré a la compañeraV cuando vuelva la semana que viene de Cuba.
Si escribiera un párrafo más sería para pedir/gritar whisky de centeno.
Soundtrack
Rye whisky, rye whisky,
Rye whisky, I cry,
If you don't give me rye whisky,
I surely will die.
Una morena a la que podemos llama María con su rotundo y algo desproporcionado, encantador culo y anillo de casada. Llevo días oyéndola detrás de un pilar, arrastrando, exhibiendo su gracia por teléfono. Pero si la vierais, queridos, le cabe el sol y la primavera en el rostro. Se me quedó algo fijado de una entrevista a Ray Davies, decía más o menos: “escribo para divorciadas y camareras, algunas son muy excitantes, ¡uh!, coquetean pero saben muy bien cuándo cortar”. Pues eso pero con las secres. Lo que pasa es que yo coqueteo hacia adentro y conmigo no hace falta cortar nada. Pero si la vierais, queridos, querido Ray Davies, diciéndole a un sesentón amable y corte de pelo al cepillo (que desayuna bien en casa y no pasa hambre durante la mañana) que sí, que vale, que el donut de chocolate que se come está lleno de azúcar y calorías, pero que como se mueve mucho durante la mañana lo quema y por eso se lo come y cambia y corta con una risita llena de talento.
Deshidratado y roto me tomo un café a la cinco, ya en la oficina, con MªI. Nos encontramos a alguien en la barra y ella fuma sin decir nada. Al cruzar la calle me dice un poco seria “¿te sientes bien?”, porque me ha visto el pulso inestable al buscar monedas en la cartera. MªI, que estas semanas intenta sostenerme o me sostiene, pero yo creo que si me sostengo, cuando me sostengo, me sostengo solo. Pero supongo que algo sostiene, y si rezara como creo reza ella, al modo del otro lado del Atlántico, le echaría muchas oraciones encima. No sé, MªI, serán demasiados cafés, seré yo, serán los corticoides por el asma, yo qué sé.
Ayer empecé a leer las memorias de Reinaldo Arenas, sucedía que estaba en lo alto de un montón de los libros que compro, no leo y apilo desde otoño o verano pasado. Leí 30 páginas encantadoras. Se lo diré a la compañeraV cuando vuelva la semana que viene de Cuba.
Si escribiera un párrafo más sería para pedir/gritar whisky de centeno.
Soundtrack
Rye whisky, rye whisky,
Rye whisky, I cry,
If you don't give me rye whisky,
I surely will die.
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