martes, septiembre 18, 2007

17, aún

Tengo un arroz reposando en la cocina. He cocinado para 4 o 5 días en dos ratos, ayer por la noche después del baloncesto y ahora después de haber cenado. Y lo que tiene más mérito, ni un puta cucharilla pendiente de fregar.

Si vas con los abiertos a pesar de estar cansado, el supermercado en otoño a última hora entre semana esta lleno faulknerismo, como una unidad lírica

Y bueno, yendo hacia el invierno me acuerdo de los cojines y el vagoncito rosa y el beso y la araña que viaja tantísimo, ese bichito.

Por mi parte ronroneo a tus pies o en tu regazo mientras me acaricias el pelo.


SUEÑO PARA EL INVIERNO
(Rimbaud)

A ella

En el invierno iremos en un vagoncito rosa
con almohadones azules.
Estaremos bien. Un nido de besos locos reposa
en cada una de las blandas esquinas.

Cerrarás los ojos para no ver a través del cristal
hacer señas las sombras de la noche;
esas ariscas monstruosidades, populacho
de negros lobos y negros demonios.

Después sentirás tu mejilla rozada.
Un leve beso, como una loca araña,
te correrá por el cuello.

Y me dirás: «Busca», inclinando la cabeza;
y dedicaremos nuestro tiempo a encontrar
ese animalito que viaja mucho.