domingo, febrero 04, 2007

3 de febrero

Pensamientos que tintinean en el Mal. Despertarse sudando en sábado, uf.

Y sin embargo, siesta con gato. Con la manta encima, en la habitación que ya nadie ocupa en casa de mis padres. Tumbado de lado flexiono algo las piernas y el gato se acomoda allí, detrás de la rodilla, que hace de vértice entre la cadera y la pantorrilla.

Ven a mí, mi precioso Moonriver.

Cuando me levanto, él aún duerme. Le acaricio.

Cuando mis dedos acarician sin prisa
Tu cabeza y tu elástico lomo,
Y mi mano se embriaga con el placer
De palpar tu eléctrico cuerpo,

(Segunda estrofa del El Gato, de Baudelaire)