3 de febrero
Pensamientos que tintinean en el Mal. Despertarse sudando en sábado, uf.
Y sin embargo, siesta con gato. Con la manta encima, en la habitación que ya nadie ocupa en casa de mis padres. Tumbado de lado flexiono algo las piernas y el gato se acomoda allí, detrás de la rodilla, que hace de vértice entre la cadera y la pantorrilla.
Ven a mí, mi precioso Moonriver.
Cuando me levanto, él aún duerme. Le acaricio.
Cuando mis dedos acarician sin prisa
Tu cabeza y tu elástico lomo,
Y mi mano se embriaga con el placer
De palpar tu eléctrico cuerpo,
(Segunda estrofa del El Gato, de Baudelaire)
Y sin embargo, siesta con gato. Con la manta encima, en la habitación que ya nadie ocupa en casa de mis padres. Tumbado de lado flexiono algo las piernas y el gato se acomoda allí, detrás de la rodilla, que hace de vértice entre la cadera y la pantorrilla.
Ven a mí, mi precioso Moonriver.
Cuando me levanto, él aún duerme. Le acaricio.
Cuando mis dedos acarician sin prisa
Tu cabeza y tu elástico lomo,
Y mi mano se embriaga con el placer
De palpar tu eléctrico cuerpo,
(Segunda estrofa del El Gato, de Baudelaire)
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