domingo, abril 15, 2007

Del 9 al 13 de abril

Lunes

Jeanne Moreau en la primera sesión de hoy en la filmoteca. A mí me gusta más con diez años más, unos 40 o sea, con más ojeras y más elegancia, y sobretodo esa boca de la que el rictus prolonga su carnosa línea arqueada. Al lado tenía un señor mayor que olía un poco a viejo y un poco a hospital.

En el final de la calle Balmes el Tibidabo ya se percibe muy cercano y también la niebla que caía en los pinos hace un rato y difuminaba su silueta... [y ya no sé qué más, me levanté y ya no recuerdo qué cursilería iba a escribir, ya es miércoles].


Miércoles

He llegado de trabajar más tarde de las doce. He puesto una salchicha y lo que se me ha ocurrido en la sartén. He puesto la calefacción aunque el piso ya no se enfría tanto en estos días que ya no son tan fríos.

Desagradable la sensación de miedo a molestar, de decir algo inconveniente, he tenido una tarde destemplada.

Anónima me ha hecho notar que según google soy el inventor del culo alejandrino. May God bless her and keep her always.

Después de comer la salchicha y los tomates cherry fritos con un poco de sobrasada y queso empiezo la botella de Johnnie Walker, (black label, o sea 12 años) que compré hace una semana. Cojo la botella y miro qué color tiene el whisky según a qué luz acerco la botella.

Estoy sentado en mi mesa redonda azul oscuro de más de un metro de diámetro. El casero está orgulloso de ella. La mesa esta bien pero las sillas están viejas aunque el casero también está orgulloso de ellas. Y su mujer. No dudo de que hace treinta años les quedó el pisito la mar de mono, pero las cosas envejecen. Me gusta el parquet viejo, los radiadores viejos, los alicatados viejos, las cortinas pasadas de moda y el mueble de la tele y los dos estantes útiles y blancos. Sólo quería cambiar la cama. y su pulgoso colchón de espuma, al que ya me he acostumbrado. Mientras se le pedía permiso por teléfono al casero se oía a la mujer diciendo que no, que hiciera lo que quisiera, que guardara la cama en algún lado pero que la volviera a dejarla como estaba para cuando me fuera. Como decía, no dudo que la cama de madera pintada de blanco fuera bonita hace treinta años. Ahora es cutre y vieja y por eso me ofrecía a cambiarla y dejarla cuando me fuera. En fin, son viejos.

He puesto el primer Lp de Leonard Cohen. Queda bien en este abril sin sol.

Soy frío como una cuchilla nueva, canta Leonard Cohen.

Recuerdo que en Burgos me fijé en que los árboles, en abril, aún son de invierno. Busco el libro de Sylvia Plath. Lo tengo en edición bilingüe en catalán.

Nada saben de abortos ni de mezquindad [bitchery],
Más sinceros que las mujeres
¡Siembran sin esfuerzo!

bitchery

aggressive remarks and behavior like that of a spiteful malicious woman
Adapted From: WordNet 2.0 Copyright 2003 by Princeton University. All rights reserved.

Y para recordar a Manuel, un niño, también sirve el primer verso de A Child:

Tu ojo claro es lo único absolutamente bello

Estos días leo una novela de Patricia Highsmith.


Jueves

Día espesísimo, dentro y fuera. Lluvia y niebla, dentro y fuera. Dolor de cabeza alérgico. Me irrito con mucha facilidad y no tengo nada de paciencia y estoy de mal humor y no me gusta estar así.

He entrado en el supermercado y había dos cajeras nuevas, jovencitas. Una asiática y una centro o sudamericana, un poco india, con unos rasgos bonitos y unos labios nada adustos. Una empleada veterana, simpática, muy alta y delgada y un poco desgarbada estaba pendiente de ellas. Era gracioso porque las dos son muy menudas y les queda grande la bata, que estaba impecablemente blanca.

He comprobado que no tuviera fiebre mientras escribía esto. Me ducho y salgo a cenar algo con tres o cuatro compañeros de tajo.


Viernes

Divertido lo de ayer. Éramos cuatro y cenamos bien en un gallego de la calle Aribau. A las doce pensamos si nos íbamos a casa todos o nos tomábamos una. Nos tomamos tres en la Botellita (o Búcaro). Cuando llegamos eran poco más de las doce y había poca gente. La camarera de la parte de barra que ocupamos era un rubia más bien menuda, guapa y expresiva. Su escote era más que generoso y algo le sujetaba las tetas, que no eran ni grandes ni pequeñas, y las mantenía levantadas e inmóviles. Estuvo simpática y hasta nos hizo un morrito cuando nos fuimos, unas dos horas después de haber llegado.

Me he despertado con la típica acidez de esófago y los típicos pinchazos en la cabeza, aunque sin dramatismo (hasta iba cantando las canciones que iba escuchando en el coche, yendo a trabajar).

He vuelto a Barcelona siendo aun de día. A la ciudad y a los árboles les queda bien ese color gris claro de estos días. En la retención de entrada a Barcelona por la Diagonal he mirado hacia San Pedro Mártir. Un pedazo de niebla, que parecía más bien parte de una nube que se había deshilachado , tapaba casi completamente la antena roja y blanca de esa montaña.

En abril del año pasado había montones de amapolas en las cunetas de la carretera de Martorell a Capellades. Este año no he visto ni una, sólo unas florecillas amarillas.