15, aún
Frío y dos pares de calcetines, el piso a dieciséis grados, hace unas horas. Llego a casa un poco antes de las ocho, en el vagón pienso en escudella. Pongo la calefacción y bajo al supermercado. Le echo garbanzos, apio, rábano, zanahoria, ,patata y pollo. Una hora más tarde le echo algo de butifarra negra, algo de butifarra de huevo y una pelota. Pienso en que no tengo col. Bueno, la próxima.
Me siento acordándome, ah, maldito, del poema de otoño de hace un año, justo un año. Empieza en frío y termina en frío. Ansón, en El Cultural, se empeña en recordarnos u n artículo a favor de Cebrián en La Razón. Ya estamos, pienso, tenía que decirlo. Qué tío. Casi nunca compro La Razón, pero ese día sí, no sé si hace un año o dos. Lo resume diciendo que es a propósito de la controversia o algo así, alrededor del excelente discurso de Cebrián del otro día, sobre lo que dijo a Zapatero, etc.
Entre todos han conseguido resfriarme. En la oficina de Badalona hace frío, en la de Amigó hay que ir en manga corta, en la de Via Laietana ni una cosa ni otra. El aire caliente de Badalona me da picor de paladar, como cuando tengo alergia. Ayer en el gimnasio no había agua caliente, y mientras me siento con todo la olla haciendo xup xup y después de haber fregado lo de la cocina me duele un montón la cabeza y me siento muy cansado.
Entre la ducha, la budweiser y la escudella se me quita..
Me gusta el color que ha ido cogiendo el caldo. Apago el fuego y vierto parte de él en algo más pequeño. Mientras hierven los “galets” en un planto pequeño saco dos trocitos de butifarra negra, un trocito de butifarra de huevo, media “pilota” y medio cazo con lo coge de garbanzos y demás. La media parra de pan que queda aún se puede comer. Siempre se me va la mano con los galets y echo demasiados, pero ha quedado buena. Y tengo para mañana, que espero comer en casa, aunque sea a las cuatro o más.
Tenía a Woody Guthrie, mientras hacía las cosas. Luego a los Beatles.
Soundtrack to Woody:
When death shall close these eyelids
And this heart shall cease to beat
And they lay me down to rest
In some flowery-bound retreat
Will you miss, miss me, when I'm gone?
Will you miss, miss me, miss me when I'm gone?
Adoro el "miss me, miss me, miss me".
Me siento acordándome, ah, maldito, del poema de otoño de hace un año, justo un año. Empieza en frío y termina en frío. Ansón, en El Cultural, se empeña en recordarnos u n artículo a favor de Cebrián en La Razón. Ya estamos, pienso, tenía que decirlo. Qué tío. Casi nunca compro La Razón, pero ese día sí, no sé si hace un año o dos. Lo resume diciendo que es a propósito de la controversia o algo así, alrededor del excelente discurso de Cebrián del otro día, sobre lo que dijo a Zapatero, etc.
Entre todos han conseguido resfriarme. En la oficina de Badalona hace frío, en la de Amigó hay que ir en manga corta, en la de Via Laietana ni una cosa ni otra. El aire caliente de Badalona me da picor de paladar, como cuando tengo alergia. Ayer en el gimnasio no había agua caliente, y mientras me siento con todo la olla haciendo xup xup y después de haber fregado lo de la cocina me duele un montón la cabeza y me siento muy cansado.
Entre la ducha, la budweiser y la escudella se me quita..
Me gusta el color que ha ido cogiendo el caldo. Apago el fuego y vierto parte de él en algo más pequeño. Mientras hierven los “galets” en un planto pequeño saco dos trocitos de butifarra negra, un trocito de butifarra de huevo, media “pilota” y medio cazo con lo coge de garbanzos y demás. La media parra de pan que queda aún se puede comer. Siempre se me va la mano con los galets y echo demasiados, pero ha quedado buena. Y tengo para mañana, que espero comer en casa, aunque sea a las cuatro o más.
Tenía a Woody Guthrie, mientras hacía las cosas. Luego a los Beatles.
Soundtrack to Woody:
When death shall close these eyelids
And this heart shall cease to beat
And they lay me down to rest
In some flowery-bound retreat
Will you miss, miss me, when I'm gone?
Will you miss, miss me, miss me when I'm gone?
Adoro el "miss me, miss me, miss me".
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