viernes, octubre 24, 2008

Outtakes

1)
Els dubtes que fan ballar valsos
Amb rialles nervioses
I mans que tremolen
I l’alè
Que és un bri de pètals tendres
De flor amb polpa
Acosta’t, criatura
Que els petons són quan tu vols



1 de septiembre

Se ha alargado el agosto, tanto, que es uno de septiembre y aun en Barcelona. No he podido ver a Nuño y Hell on Wheels, se han ido esta tarde a Japón. Demasiados cables pelados rozando clavos. Hasta esta tarde no he tenido el coche con frenos.

There’s too much confusion
I can’t get no relief

Lo que me avisó yendo de Granada a Jaén para ver a Dylan ha acabado en el taller cambiendo los frenos al viejo Citroen. En el “Carta a mi esposa” de Umbral, que mi madre me regaló por mi cumpleaños, hay varias páginas para el viejo Citroen de Umbral que conducía España.

Un chorrito de Martini en la ginebra.

Que algo se evapore, ya. Decía lo del coche. Por probarlo un poco me he subido al pie del funicular. No estaba muy a tope el Mirablau y me he tomado una caña. La tarde hermosa, en ese momento no pensaba en nada.

El primer día de vacaciones, el miércoles pasado, lo pasé trabajando hasta las seis, con una llamada de trabajo a las siete. Paré en la plaza de la Concordia, en les Corts. Entré a tomar una cerveza, que fueron dos, en el Fragments, donde he estado muchas veces con mis amigos más antiguos. Ha cambiando mucho. De ser un sitio con cerveza en las mesas viejas de madera a algo más cuidado y con tapas, raciones y en ese plan. Pero mí me gustan los sitios con música rock y mesas viejas de madera. Como ya he dicho
alguna vez el cansancio me quita la timidez y le pregunté a la camarera cuánto hacía que estaba así. Luego del Fragments pasé por casa de la madre de Nacho, que es donde trabaja Nacho ahora, y me tomé dos cervezas. La madre de Nacho siempre tiene cervezas tipo Heineken. Pasaba mucho por allí cuando aun no había un 2 en el primer dígito de mi edad. “Siéntate y tómate una cerveza” me decía siempre su padre. Por él, cuando fumo, echo la ceniza de otra forma. Me dijo un día que mi forma de tirar la ceniza era del siglo pasado. Pues cómo lo hago, le pregunté. Ahora lo hago acariciando el filtro con la yema del pulgar, sosteniéndolo con el índice y el corazón.

Luego pasé a cenar con mi padre, que estaba solo esos días. Salí tarde y no había metro. Eran fiestas de Sants. Caminaba bajo celofán y fanalets. En una calle una chica desafinaba horriblemente, en un karaoke sobre un escenario, una canción de Mecano, pero nadie le hacía demasiado caso. Pasé el ruido y buscaba un taxi. Me hago mayor y cojo más taxis. Eché en falta una suela de calzado dura que hiciera sentir el silencio. Me gusta cuando me oigo los pasos y pienso en el silencio. El taxi olía mucho a nuevo, lo llevaba un chico joven con gafas y bermudas, escuchando a Bob Marley.

Me llamó ayer Beatriz. Que por dónde andaba. Que Manuel está simpático y que Jorge ya se porta bien. Mañana a ver si me acuerdo de decirle que hace dos semanas Leozinha me hizo una trenza. En agosto de hace 12 años Iñigo cumplía 21 años. Yo teni 19. Por ello estábamos un viernes o sábado de agosto bebiendo y demás en casa de Nuño. Estábamos en el comedor sentados. Yo me sentaba en el suelo y tenía mi espalda apoyada en las rodillas de Beatriz. Me dijo que con el pelo tan largo daba para hacerme trenzas. Creo que lo dijo cogiéndome un mechón de pelo. Me las hizo y por ahí tengo una foto con trenzas, aferrado a una litrona.


Mitad de agosto

Creo que me he puesto la camiseta de River tres veces. La tercera, hoy. Una fue en la obra el año pasado. Otra en verano. Iba hacia casa de mis padres y u tipo al pasar a mi lado masculló, casi inaudible, cuando le tenía justo a mi lado, si mirarme “gashina”. Hoy, salía de la oficina hacia las 10 de la noche, el suelo mojado, nadie por la calle. Un BMW ha aminorado la velocidad y ha empezado a bajar la ventana. Me he acercado un poco a la calzada por ver qué quería. Un hombre de unos 70 años me ha gritado “vos de River, yo de Boca”.

Muchas veces como hoy, cuando llego a casa y está hecha un desastre porque no he podido “fer dissabte” por el trabajo y lo que sea me pong “Last Waltz”. Me gusta mucho la versión de Ronnie Hawkins en ese concierto de la canción de Bo Didley “Who do you love”. Antes de la canción sale Robbie Robertson contando cómo empezó a tocar con él (The Band empezaron como The Hawks, el grupo que acompañaba a Ronnie Hawkins, unos seis años antes de acompañar a Dylan en la convulsa gira del 66). Robrtson cuenta que le dijo a Ronnie Hawkins que sí, que le interesaba el trabajo, que de qué iba. Hawkins le contestó “Bueno, hijo, no ganarás mucho dinero, pero comerás más coños que Sinatra”.

Ayer me tuve que arremangar un poco los pantalones piratas. Tenía que ir haber el armado de una losa al que se llegaba cruzando la cubierta de un colegio. La cubierta estaba en prueba de estanqueidad y por ello cubierta de agua. Las chanclas en la mano, el agua casi llegaba hasta la rodilla. Iba acompañado de un tipo robusto y con el cuello corto. Por mucho que digan, el deje andaluz es una cosa catalanísima.

Pericay y Espada escriben hoy de que en la sede oficialísima de las fiestas alternativas del barrio de Gracia, la Plaza del pueblo Romaní, hay una residencia de ancianos, pública. Estos días ha habido ruido, por decirlo suavemente, hasta las 4 o las 5 de la madrugada. Me gusta Gracia y me gustan las terrazas de las plazas durante las tardes de primavera y verano, me gusta que hasta las tres se pueda entrar en cualquier sitio a tomar algo o comer algo, me gusta que haya una mercería como la que tuvo hasta hace nada la abuela de mi amiga Marta. Pero ese ocio filoetarra es un espanto, además de una evidencia. Y además una pijada consentida. Que haya una sede oficial consentida de fiesta alternativa es motivo suficiente para quitarle el adjetivo y hasta el sustantivo