miércoles, octubre 15, 2008

Put it there

Mi Manuel precioso que cena pescado, tortilla o salchichas. Diez días o más cenando con Manuel en septiembre, por la hospitalidad y cariño de mi querido Iñigo y mi preciosa Beatriz. Poco más en Burgos en septiembre. El campo con color de cosecha y en ese plan. Un catarro espantoso que me bajó a los bronquios y me acojonó considerablemente. Lluvia y frío.

A Manuel le gustan la luna y los caballos a través de su flequillo largo y rubio y se mete las manos en los bolsillos de la sudadera con capucha. Señala la luna en el cielo cuando atardece o en mi camiseta con dibujo-firma de Lorca. Se da en el canto de una mesa cuando yo le cuido y grita y llora y se lleva las manitas a la frente apretando fuerte y yo le quiero apartar las manitas para ver si se ha hecho herida y veo las lágrimas en sus mejillas. Dice “tío jordi” y que pega a los niños en el cole, pero no es verdad.

Lleva los lápices en la mano y los tira con fuerza en el pasillo. Iñigo le dice que los recoja y me los de a mí. Los recoge y me los tira con fuerza a los pies. Iñigo dice: “así todo el día”.

Put it there es una canción que parte de algo que, por lo que dice McCartney, se decía en Liverpool. Algo sin sentido cuando un niño se quejaba o no quería hacer algo o lo que fuera, se le decía “Put it there, if it weights a ton”.

O cuando algún niño preguntaba por qué había que hacer tal cosa o ir a tal sitio les decían que porque no hay pelo en el pecho de la gaviota (‘cause there's no hairs on a seagull's chest)
En la foto le llevo a la cama y está un poco enfadado.

Soundtrack

Put it there if it weighs a ton,
That's what the father said to his younger son.
I don't care if it weighs a ton,
As long as you and I are here, put it there