lunes, abril 30, 2007

29 de abril

El viernes fuimos a cenar 30 de la empresa porque se iba alguien importante. Para la empresa y para mí. Cuando empecé a trabajar de lo que trabajo él ya llevaba diez años y es mi referencia a largo plazo, en todo. Además hemos pasado buenos momentos juntos y hemos hecho cosas como ir a Madrid con su mujer y su cuñada, ver un concierto de Paul McCartney, dormir en una pensión y volver el día siguiente. O una tarde lluviosa de abril salir hacia Gerona para ver a Chuck Berry. Y él otros me acostumbraron a dar codazos cuando te cruzabas con según quién. Me divertía mucho.

Los menús de grupos cada vez me ponen más nervioso. Una forma más de sacar dinero, claro. Entrantes sin ton ni son y carne o pescado y al final 25 euros. Al menos te quitan el hambre. Lo peor fue que el vino estaba a unos 25 grados, y no exagero.

Nos tomamos un par de copas en un sitio medio pijín de Casanova y entramos en Luz de Gas. Hubo un momento en el que llevé de la mano a una compañera a la barra. Empezamos a contarnos cosas y de repente me di cuenta de que una lágrima me resbalaba por el dorso de la mano. La primera mitad de abril resultó lluviosa y esta segunda está resultando lacrimosa.


Sountrack1:

I just might have to come see you
Where teardrops fall.


No me sequé la lagrima porque se hubiese dado cuenta y tal vez la hubiera incomodado, porque eran lágrimas muy discretas imprevistas las que le salían y dejé que la lagrima siguiera resbalando y haciéndome algo de cosquillas. Se me acercó y me rodeó el cuello apretándose hacia mí, creo que me dio un beso en la mejilla. Yo le besé el pelo, creo. Alguien fue a buscarnos, ella se secó las lágrimas y volvimos sonrientes al grupo. Poco después, despidiéndome de alguien le dije a ver si esta semana nos contábamos cosas, creo que la acerqué hacia mí y noté que ella me rodeaba la cintura y hacia fuerza con los brazos.

Se nos hizo de día a cuatro de nosotros tomando un café en un sitio pegado al mercado de Gracia. Me metí en la cama a las siete y cuarto y a las doce ya me di cuenta de que no dormiría más. Hice algunas de las cosas que hago los sábados y hacia las tres me volví a meter en la cama tres horas. Sudé más que dormí.

Hoy en el Senyor Perellada he pedido unas cosas parecidas las croquetas, pero que no lo eran del todo, de col. Y de segundo, sepia con albóndigas. He estrenado el mp3 que me regaló mi hermano, he ido al Barça y he vuelto andando a casa tranquilamente, son unos 50 minutos.

Soundtrack2, que sirve para todo el texto, y tal vez, para toda la vida.

I ain't sayin' you treated me unkind
You could have done better but I don't mind
You just kinda wasted my precious time
But don't think twice, it's all right