lunes, febrero 26, 2007

26 de febrero

Domingo de fiebre y mocos espesos con algo de sangre. Llego a casa de mis padres y me duele todo. Ni llego a comer con la familia, me tumbo antes en la que era mi cama. El gato me acompaña un rato. No voy al fútbol y hacia las nueve voy a mi casa. Cuando me meto en la cama hacia las once me da la sensación de que me está bajando la fiebre. Me duermo bastante plácidamente hasta las cuatro. Me despierto dolorido y me levanto a tomar un gelocatil (se descubrió, creo que no hace mucho, que no es conveniente que los asmáticos tomemos aspirina). Me vuelvo a la cama tiritando y al poco rato me duermo. Hacia las doce de la mañana casi no tengo fiebre y quedarme en casa me supone más problemas que los que soluciona así que me levanto, me ducho, me tomo un café y voy hacia Martorell.

Me cunde bastante, dadas las circunstancias, la media jornada que hago. Me voy pronto a casa y dando vueltas para aparcar vuelve a dolerme todo, pero no mucho. Antes de subir a casa me siento donde he tomado el café esta mañana a tomar una tónica y hojeo el AVUI. Un tipo bastante joven, correcto y apuesto que se llama Héctor López Bofill (si no me equivoco, pues allí firma como Héctor Bofill) escribe sobre el uso del catalán. Es el tema de los últimos tres meses en esos ambientes. Al final todo se reduce a que algunos no conciben que uno pueda tener dos lenguas (propias, si se quiere) y no estar loco. Sólo con eso se ahorrarían la mayoría de las barbaridades que dicen.

Pago la tónica. A la chica de esta tarde no la había visto antes. Es joven, guapa y algo escuálida. Hace algo encantador, además de torcer la cabeza, cuando busca la tecla de la tónica; se le escapa algo de aire por la boca, imperceptible (me he dado cuenta por la manita que ha puesto delante de sus labios), y susurra “perdó”.

Compro una bombilla, zumo y jamón york. Pongo la bombilla y me siento con el termómetro. Vuelvo a tener algo de fiebre.

Y de hecho hoy me he puesto a escribir porque mi preciosa Beatriz me mandó una cartita con una foto de los dos. Mi preciosa Beatriz de hoy es mi prima. Mi preciosa Beatriz del otro día no lo es, pero como si lo fuera. En la foto sale mi preciosa Beatriz tan guapa como es. Y yo con mi media sonrisa torcida, creo que no salgo del todo mal.

Fallarás, no convalezco.

Dani, 30.

miércoles, febrero 21, 2007

20 de febrero

Íñigo, Manuel, Beatriz, VK. Están lejos. Hoy he sabido de ellos. Hay días en que todo es más sentido.

La música de Manuel mientras hablo con su padre. Beatriz y las horas de luz, queremos que haya más. VK está dejando secar un cuadro.
Les quiero mucho.

domingo, febrero 04, 2007

4 de febrero

Con un candil en la mano, busco un verso. Y es difícil. Hoy no he encontrado ninguno.

Rebusco, mareado por una faria, con dolor de cabeza, y nada.

Pero de todos modos,

Al final,
mi dulce y querida amiga
te recordaré
(Dylan, I’ll remember you)

3 de febrero

Pensamientos que tintinean en el Mal. Despertarse sudando en sábado, uf.

Y sin embargo, siesta con gato. Con la manta encima, en la habitación que ya nadie ocupa en casa de mis padres. Tumbado de lado flexiono algo las piernas y el gato se acomoda allí, detrás de la rodilla, que hace de vértice entre la cadera y la pantorrilla.

Ven a mí, mi precioso Moonriver.

Cuando me levanto, él aún duerme. Le acaricio.

Cuando mis dedos acarician sin prisa
Tu cabeza y tu elástico lomo,
Y mi mano se embriaga con el placer
De palpar tu eléctrico cuerpo,

(Segunda estrofa del El Gato, de Baudelaire)

viernes, febrero 02, 2007

2 de febrero

Presiento la primavera. Amapolas floreciendo en las cunetas, brisas juguetonas, suspiros al atardecer, chicas descubriendo hombros y escotes, dardos de angustia.

jueves, febrero 01, 2007

1 de febrero

There's too much confusion, I can't get no relief
(Bob Dylan, segundo verso de All Along the Watchtower, cuarta canción del John Wesley Harding, 1967)

Entre la Biblia, los griegos y Bob Dylan (por ejemplo) se cubren todas las paradojas formulables y estados de ánimo, creo. Teniendo en cuenta que empecé a leer la Biblia los 24 años, cuando me compré una, y que he comprado o recogido algunso griegos pero no los he leído..., pues eso, que Dylan, Dylan, Dylan.

Como cuando Orson Welles dijo: John Ford, John Ford y John Ford.

Hoy, hacia las seis de la tarde, luna clara y sin aureola.

Fallarás: “¡Apaga la luna!”

¿Y la sombra, Fallarás?

Shut the light, shut the shade,
You don't have to be afraid.

(Dylan, I’ll be your baby tonight, 1967)

Aunque shade significa también persiana, queda más divertido decir: ¡Apaga la sombra!

Me duele mucho la cabeza, ahora.

Ayer, después del Barça, volviendo a casa, conduciendo relajadamente y pensando en las luces de las farolas reflejándose en el pavimento mojado.

Y viendo a Salvador Cardús ahora en la tele. Todo por la agresión que supone

¡que haya tres horas de castellano en primaria!

Ya lo dijo el lingüista Solà hace unos días en el Avui, que hay que plantar cara.